¿Cuál fue tu primer contacto con la literatura? ¿Recuerdas un libro o una experiencia que marcara tu camino como escritor?
El primer contacto del cual tengo memoria es la colección de “Libros de Aventuras de los Ositos”, unos bonitos cuentos ilustrados con Paco Pedacitos como protagonista. Tal vez después de esa etapa de libros y revistas para niños, una vez mi abuelo trajo un pequeño libro de mitología griega que me enganchó, y a partir de ahí comencé a leer con regularidad.
¿Cómo influyen tus raíces culturales y geográficas en tu forma de escribir?
Intentar sacar la magia que mi hogar puso en mí es como intentar sacar dinero de un cajero automático solo con los puños: tarde o temprano la policía se dará cuenta. Y es que en mi calle, incluso en mi casa, corrían leyendas de fantasmas, apariciones, demonios o incluso extraterrestres, por lo que lo fantástico siempre estará ligado a mi vida.
¿Qué autores o corrientes literarias consideras tus mayores influencias y por qué?
Parecería que el género especulativo en México está creciendo en cantidad y calidad durante los últimos años… pero spoilers… siempre estuvo ahí. Si volteamos a los esfuerzos realizados por las pequeñas editoriales, podemos encontrar joyas no tan escondidas en cada esquina. Y me da gusto poder dejarme arrastrar por esa ola. Es divertida y no te revolca. Y en cuanto a autores, Terry Pratchett. Estoy convencido de que si la gente leyera más a Pratchett, el mundo sería mejor.
Además de escribir, ¿qué otras actividades o intereses forman parte de tu vida diaria? ¿Cómo impactan en tu obra?
En mis labores profesionales tengo mucho contacto con nueva tecnología aplicada, por lo que siempre estoy buscando los usos prácticos de las tendencias. Esto me facilita adaptarme a la ciencia y tecnología en boga y apropiarla en historias de ciencia ficción y fantásticas.
¿Cómo describes tu rutina o proceso de escritura? ¿Eres de los que escribe todos los días o trabajas por impulsos?
Probablemente tardo más en procesar las historias en mi mente que escribiéndolas en sí. Ya cuando tengo resuelta la historia, puedo comenzar a escribir… hasta terminar… sí, hasta terminar… quiere decir que si debo dejar de trabajar para escribir, lo haré; si debo dejar de dormir, lo haré; si debo dejar de comer… bueno, no dejaría de comer, pero la idea es esa.
¿Qué papel juegan la investigación y la documentación en tus obras? ¿Cómo equilibras la realidad con la ficción?
En cuanto a la documentación e investigación, solo la realizo previamente si es algo muy específico. En lo regular, mientras voy escribiendo y tengo dudas de cómo funciona alguna cosa o cómo se dice, es cuando le doy una googleada en el momento. Me gusta mucho basarme en la realidad para escribir. Si fuera un balón, solamente le pegaría con el chanfle suficiente para que diera un efecto impresionante para meter un gol. Solamente.
¿Qué desafíos enfrentaste durante la escritura de este libro? ¿Hubo momentos de duda o bloqueo creativo?
Sí, claro. Fue muy difícil sostener durante más de 150 anuncios sin que se me acabaran las ideas. Después de una primera tanda, ya era complicado no repetirse en temas e historias. Pero se logró.
¿De qué trata tu libro? ¿Cómo describirías su esencia a alguien que no lo ha leído?
En los ayeres, tiempos de la Edad de Piedra, teníamos lo que actualmente llaman “periódicos de papel”. Ahí se tenía una sección de ‘anuncios clasificados’, donde se podía encontrar casi cualquier cosa. Es la misma sensación de leer un periódico en esos tiempos, la sorpresa de decir “mira, una lancha barata”, pero con dragones y casas embrujadas.
¿Qué temas o mensajes principales esperas transmitir a través de esta obra?
Si bien hay una crítica social ácida inherente en todo lo que escribo, creo que mi objetivo principal dentro de la obra es que sea amena y divertida.
¿Hay algún personaje o pasaje que sea especialmente significativo para ti? ¿Por qué?
Probablemente el anuncio que abre el libro: “Mundo distinto al tuyo busca un héroe que pueda ayudar en su problema político-social”, dado que yo respondí a esa solicitud. Tuve que atropellarme un camión para llegar, pero en ese mundo aprendí magia y técnicas de batalla para poder liberarlo del régimen absolutista que tenía. Fue una gran experiencia. Motivante.
Además de esta obra, ¿en qué otros proyectos estás trabajando actualmente? ¿Podemos esperar algo nuevo próximamente?
Sí, me encuentro recopilando mi segundo libro de cuentos y trabajando en una novela de romance juvenil fantástica (fantástica de fantasía, no de que va a ser muy buena… o sea, ojalá sea muy buena, pero… sí).
¿Cuál es tu mayor reto como escritor en la actualidad, ya sea personal, profesional o creativo?
Creo que para todos los que escribimos especulativo, es el de encontrar lectores. Sabemos que están ahí, soñando con zombis y hadas, solo hay que poner un libro en sus manos.
¿Qué esperas que los lectores sientan, piensen o experimenten al leer tu libro?
Que se diviertan, se sorprendan, que pasen un buen rato y, por qué no, que respondan a la aventura de uno de los anuncios.
¿Qué consejo le darías a alguien que está comenzando en la escritura o busca publicar su primera obra?
Que no escriban. Que primero piensen lo que quieren escribir. Y entonces sí, ya se pongan a escribir. Ya escrito, lo demás va a fluir.
Nacido en 1990 en la Ciudad de México, este supervillano vive felizmente con su esposa y sus perritos. Ha dejado su huella en revistas y antologías tanto en español como en inglés, incluyendo Penumbria, Autores increíbles y Daily Science Fiction. Entre sus logros están ganar el concurso literario Bazar de Horrores en 2019 y el Tercer Concurso de Cuento de Historias de Cuento en 2020.