Un día desperté
Con el sonido del martillo y el murmullo
Desde mi ventana podía contemplar
La construcción del circo
Pesadas carpas yacían
Como gigantes dormidos
Hombres de brazos fuertes y rostros cansados
Se movían lentamente
Llevando cosas de un lugar a otro
Tenía trece años y aquel circo
Se convirtió en el paisaje de mi vida
Soñaba con ir algún día
Me imaginaba a los trapecistas y a la
Domadora de leones
Y a un grupo de payasos que salían
De un diminuto auto
Luces,
Música,
Y gritos de alegría
Todos los días pasaba en mi bicicleta
Contemplaba desde la distancia
Cerraba los ojos para que el
Martilleo se me antojara como una melodía
Las carpas se alzaban en los cielos
Una, dos, tres y cuatro carpas
Que rasguñaban las nubes
Pasaron los días
Y luego las semanas
Sin darme cuenta, pasé de grado
Me veía en el espejo, y cosas comenzaban a cambiar
Me sentía distante del mundo
Los paseos en bicicleta se hacían esporádicos
Y el martilleo dejó de llamar mi atención
Ya en la universidad, el circo no tenía lugar
Los hombres de brazos fuertes y rostros cansados
Se llenaron de canas y arrugas
Tal vez porque la puerta de mi habitación estaba siempre cerrada
Tal vez porque cada vez quería estar menos tiempo en casa
Tal vez porque mis ojos descubrieron un mundo
Del que sabía su existencia
Pero que no había podido vivir hasta hoy
Tal vez por eso
O no
El circo desapareció
El sonido al viento
De las carpas
Se convertían
En un suspiro
Que el viento arrastraba
Como un aleteo
Me mudé de casa
Me casé
Nació Patricio y
De repente la vida
Me dejó de pertenecer
Vivía con la cabeza
En los aires
Y entonces, cuando
Los años lo habían
Cambiado todo
Volví a mi vieja casa
Contemplé el mundo desde
Aquella ventana
Con otros ojos
Los ojos de un hombre
Que veía al pasado
Como un puente
Que se había caído al cruzarlo
A lo lejos, como el fantasma
De un barco a la deriva
Las carpas del circo
Una sobre otra
Empalmadas, como una broma infinita
Los niños de la colonia
Esperando colgados en la verja
Que un día el circo
Abra sus puertas
Mi hijo y yo nos acercamos
A paso lento
¿Será por él
O por mi?
Miramos en silencio
Porque solo así se puede
Mirar
Los payasos, envejecidos
Juegan entre si
Los animales que sobreviven,
Yacen en el suelo, agotados
Por la espera
La música es una melodía
Ralentizada que se extiende
Como un hilo
Patricio los señala
Sonríe
Aquella promesa
De un circo
Le basta
Nos basta
Nació en la frontera entre México y Estados Unidos un 17 de septiembre de 1985. Estudió un doctorado en ciencia política y abandonó la academia para perseguir otros sueños. Ha escrito varios libros, entre ellos Correspondencias, cartas, figuras y personajes, junto con Alfonso Herrera, Excluidos funcionales y subjetividades políticas y la novela La isla de los ancianos.
Con After the Storm, ha publicado Una pared para Patricio, Los gatos tomaron la isla, The essential society, ¿Qué es el amor para Slavoj Žižek? y los libros de cuentos Una paloma mira a través de la ventana e Islas, gatos y aves. Es productor, guionista y director de cine.